Tradicionalmente, las corrientes de la sociología se han
clasificado en dos: macrosociales y microsociales, según la magnitud del
foco de estudio.
La macrosocial o macrosociología se centra en los
aspectos más generales de la sociedad, por ejemplo, las instituciones, su
organización y división social, lo cual obliga a la realización de un
macroanálisis. Ese macroanálisis se plantea como objeto primario la indagación
de la dinámica y las contradicciones de las sociedades y, por consiguiente, de
sus estructuras sociales fundamentales. Las macrocorrientes consideradas como
tales son el positivismo, el estructuralismo, el funcionalismo y el marxismo.
La importancia de conocer estas corrientes radica en que un
mismo fenómeno social puede ser explicado de diferente manera por cada una de
las macrocorrientes; por ejemplo, para la teoría marxista el origen de la
desigualdad yace en la existencia de la propiedad privada de los medios de producción
y en las clases sociales, mientras que en el funcionalismo la desigualdad se
debe a las motivaciones, los valores, la preparación para el éxito y las
cualidades de las personas.
En este apartado estudiaremos brevemente las macrocorrientes
y dejaremos para el siguiente las microcorrientes, que emprenden estudios de
menor envergadura.
Corrientes
macrosociales
Positivismo
Originalmente fue postulado por Auguste Comte, quien en 1830
escribió su obra más importante, Curso de
filosofía positiva, de donde derivó todo el pensamiento positivista.
Inicialmente Comte escribió uno de sus libros más
importantes, La física social, donde
consideraba a la sociedad como un cuerpo en el que actuaban dos fuerzas fundamentales:
una de reposo, a la que denominó estática,
que se hallaba en los cuerpos en orden, producto de los grupos organizados que
gozaban de ciertas condiciones de vida y estaban bien adaptados a ellas; y otra
que llamó dinámica, que podía encontrarse
en las acciones de los cuerpos en constante movimiento y en las acciones de los
individuos que sirven para llevar al orden.
Comte consideró que el orden o la estática constituían la
base del desarrollo de la sociedad.
En alusión a las matemáticas, Comte expresó que la evolución
de las sociedades va en suma positiva de “menos a más”, ya que éstas se
encuentran en constante desarrollo tanto en sus condiciones materiales de
existencia como en la evolución de sus estructuras de pensamiento. Por ello,
postuló una teoría del progreso de la
humanidad, que clasificó en tres etapas ya mencionadas párrafos atrás
(véase Aportes de algunos representantes de la sociología).
En conjunto, a la explicación del avance social por etapas
que postula Comte se le conoce como ley
de los tres estadios.
Además, Comte consideró que los dos principales valores de
una sociedad son el orden y el progreso,
los cuales en la sociedad de su tiempo juzgó irreconciliables.
Su teoría del cambio
social partía de una hipótesis fundamental: “a diversas formas de conocimiento
corresponden diferentes formas de organización social”. Dicho de otro modo, los
grupos humanos se organizan de distinta manera según como interpretan su
realidad.
Desde esa óptica, en el positivismo hay una relación
estrecha entre valores y acción, por
lo que la indagación fundamental de la sociología positiva se encuentra en
torno a los principales valores y las formas de interpretación de la realidad
que tiene cada sociedad en una época específica.
El positivismo considera que todos los fenómenos están
sujetos a leyes naturales. Los fenómenos sociales deben ser meditables, por lo
que ha de ser posible establecer las causas y las leyes que los rigen.
Para Comte, en el tercer estadio del desarrollo de las
sociedades —el positivista— las ciencias son sumamente importantes, ya que
considera que con ellas el hombre será capaz de dar respuesta a las más hondas
interrogantes de la humanidad.
De acuerdo con el positivismo, la predicción exacta de los
hechos sociales facilita el control social, el cual es un objetivo fundamental
de esta corriente sociológica.
El método de estudio positivista se basa en el método de las
ciencias exactas como la física y la biología. Se caracteriza porque sigue tres
pasos básicos: la observación, la experimentación y la comprobación.
El pensamiento positivista planteado por Comte busca hacer
de la sociología una ciencia con las mismas características de las ciencias
exactas; sin embargo, los hechos sociales no son iguales a los hechos físicos,
son mucho más dinámicos y, en ciertos casos, es imposible estudiarlos con la
aplicación del método positivista.
Para esta corriente filosófica la sociedad es todo y los
individuos no significan nada; Comte no admite que los seres humanos sean
sujetos activos que pueden determinar los acontecimientos y no sólo ser
determinados por ellos y que, por tanto, pueden modificar la sociedad de
acuerdo con sus propios fines.
Estructuralismo
Esta
corriente tuvo su nacimiento en la década de 1960 con Claude Lévi-Strauss y se
ha consolidado en los últimos años. Parte de varias premisas:
1.
Destaca su búsqueda de relaciones invariables.
2.
Plantea la negación del historicismo
predominante en el pensamiento sociológico marxista, por lo que rechaza la
comprensión de los fenómenos centrada en su génesis histórica.
3.
Se propone superar el enfoque subjetivista al
destacar las relaciones entre los individuos y sus productos.
En particular, el estructuralismo afirma que existe una
correspondencia entre la estructura lingüística y los modos de relación social
o cultural propios de una sociedad. Asimismo, considera que el lenguaje es una
manifestación externa de la estructura de la mente, que es esencialmente
racional.
El estructuralismo subraya que los fenómenos sociales no
deben considerarse individualmente, sino como un todo estructurado.
Funcionalismo
Los postulados funcionalistas plantean de manera general que
todo elemento social tiene un propósito, al que denominan función, la cual sólo cobra sentido con relación al todo, que es la
sociedad. En otras palabras, los fenómenos sociales se explican únicamente por
la función que cumplen para mantener en equilibrio el todo social.
El pensamiento de Durkheim, precursor del funcionalismo,
permitió superar el utilitarismo individualista y puso el acento en la función
integradora de la cultura y de las instituciones.
La sociología funcionalista se interesa en el estudio de
sociedades del presente y no se remite al pasado para buscar explicaciones.
Además, es una corriente pragmática, cuyo objetivo estriba en descubrir la
funcionalidad de los elementos que forman el sistema social.
El sistema social
es uno de los conceptos fundamentales de esta corriente sociológica, y los
siguientes son algunos postulados para analizarlo:
•
Las sociedades pueden considerarse integralmente
como sistemas de partes interrelacionadas.
•
Cualquier grado de complejidad en una sociedad
implica que hay focos interactuantes dentro de ella que pueden considerarse
sistemas.
•
Todos los sistemas de vida real son abiertos, en
cuanto que mantienen intercambios e interrelaciones con otros.
•
Los sistemas sociales tienen una dimensión
dialéctica, esto es que existen conflictos y contradicciones inherentes a la
estructura social.
•
Los sistemas sociales varían según la dimensión
de sus estructuras y funciones: cuanto mayor sea la complejidad, mayor será la
probabilidad de que la diferencia sea más profunda.
•
Un determinado estado del sistema social
presupone todos los estados previos y, en consecuencia los contiene, aunque sea
en forma residual o modificada.
•
El cambio es inherente a los sistemas sociales
en cuanto que éstos son sistemas de acción.
•
Todos los sistemas están sometidos a un cambio
exógeno debido a sus interrelaciones e interdependencias con otros sistemas.
•
Los sistemas sociales tienden a persistir en un
equilibrio móvil que tiene incorporado en sí mismo el cambio, el cual se
produce en forma gradual debido a las respuestas de adecuación o adaptación.
Marxismo
Karl Marx ha sido uno de los pensadores más influyentes en
la teoría sociológica. Sus obras permitieron la creación de toda una escuela de
pensamiento sobre diversos ámbitos del conocimiento —el social, el económico,
el político, el filosófico, entre otros—, lo cual produjo toda una revolución
en las formas de explicar el medio social y sus fenómenos.
El marxismo, también conocido como materialismo histórico, es al mismo tiempo una continuación y una
ruptura con la filosofía hegeliana. Retoma de Hegel el devenir dialéctico como
proceso racional hacia un fin, pero le da un giro humanista, ya que la
pretensión hegeliana fue encontrar la razón de la historia, mientras que Marx
puso como objetivo el reencuentro con la plenitud del ser humano, alcanzable en
el comunismo.
Para Marx el ser humano va creándose en el proceso de
desarrollo de la cultura. Por consecuencia, el hombre se realiza en el trabajo.
Marx analiza la sociedad capitalista y su funcionamiento y
explica de manera racional la lucha de clases como “motor de la historia”.
Asimismo, divide la sociedad en dos partes: la base económica o
infraestructura, y la base intelectual, o superestructura. La estructura está
formada por las fuerzas y las relaciones de producción, mientras que la
superestructura se forma por las instituciones jurídicas y políticas, al mismo
tiempo que los modos de pensamiento y las ideologías.
La concepción materialista de la historia parte de que la
producción y el intercambio de productos es la base de todo orden social; de
que la distribución de los productos y la división social de los hombres en estamentos
y clases están históricamente determinadas tanto por lo que produce la sociedad
como por el modo de intercambiar productos.
Cuando Marx afirmó que la historia de las sociedades es la
historia de la lucha de clases propuso que los seres humanos de todas las sociedades,
excepto en el comunismo primitivo, han estado divididos en estamentos o clases
estructurados de acuerdo con las relaciones económicas de cada época. Así, Marx
parte de esta concepción general de la sociedad para analizar la sociedad
capitalista.
La teoría comprensiva
La aportación de Weber fue la construcción de los mecanismos
intelectuales que permitieran ver la realidad de manera más compleja, así como
de los instrumentos metodológicos para analizar la forma de actuar de los
hombres. A ese conjunto de instrumentos y mecanismos intelectuales lo denomina
sociología comprensiva.
Uno de los puntos de ruptura de Weber con otras corrientes
sociológicas es precisamente su teoría comprensiva, a la cual no solamente le
importa descubrir hechos objetivos o establecer leyes, sino también investigar
el sentido y las motivaciones de la acción social. Los seres humanos primero
piensan o proyectan lo que quieren y con base en ellos orientan su acción. Para
Weber la acción social es toda aquella que efectuamos y donde al mismo tiempo
anticipamos la respuesta de otra persona en función de su futura y sus valores.
Weber diferencia cuatro tipos de sentido:
1. El existente de hechos
2. En un caso históricamente dado
3. Como promedio y de un modo aproximado en una determinada
masa de causa
4. Como construido en un tipo ideal
Las dos primeras estarían ligadas al estudio de causas
individuales o particulares y las últimas están mucho más ligadas a la
sociología.
Corrientes
microsociales
La microsociología
tiene su fundamento en la interacción de
los individuos, sus encuentros cara a cara, sus formas de comportarse, las
intenciones implícitas en su comportamiento cotidiano. Sin embargo, para algunos
sociólogos el nivel microsocial es pertinente cuando se toma al individuo como unidad básica de
investigación o estudio, independientemente del método empleado.
Los enfoques macrosociales
consideran que el individuo interioriza las normas y valores de la sociedad, y
que está determinado por su clase social de procedencia, por su posición social
presente y por sus aspiraciones ideológicas futuras.
Por otro lado, los representantes de las corrientes de la
sociología microsocial estiman que las interacciones entre los individuos
constituyen el fundamento de la vida social. El actor se socializa a través de
la interacción. Para Coulon, por ejemplo, la estructura y el orden sociales no
existen al margen de los individuos que las construyen.
La microsociología es la única manifestación empírica
directa y exclusiva de la sociología.
A continuación revisaremos algunas corrientes de la
microsociología con el fin de conocer cómo analizan la vida social:
•
Interaccionismo simbólico
•
Fenomenología
•
Etnometodología
•
Dramaturgia social
Interaccionismo
simbólico
El término “interacción simbólica” se refiere al carácter
peculiar y distintivo de la interacción que se desarrolla entre seres humanos.
Lo peculiar consiste en que las personas interpretan o definen las acciones de
los otros en lugar de reaccionar simplemente a ellas.
En esencia, la interacción social es un proceso simbólico
realizado por seres humanos por medio de símbolos (por ejemplo, sonidos, gestos,
vestido, etc.) cuyo significado comparten. En este sentido, un símbolo es “un
estímulo que tiene un significado y un valor aprendido para las personas”. Por
tanto, un símbolo representa otra cosa, y puede ser material (una bandera, una cruz) o inmaterial (una palabra).
La forma más evidente de comunicación simbólica es el
lenguaje, ya que cada palabra es un símbolo verbal que representa algo.
La interacción de los seres humanos se vale de símbolos, los
cuales pueden ser comprendidos o no por quienes participan en ella. Así,
primero se desarrolla en un marco de expectativas, costumbres y normas
aprendidas en edad temprana.
Fenomenología
La palabra fenomenología
proviene del verbo griego feinen, que significa “mostrar”. De aquélla se deriva
fainomenon, “lo que aparece”.
En general, la fenomenología se define como el estudio de la
esencia de los fenómenos, sin considerar cuál es su apariencia o para quién van
dirigidos.
El problema básico de la fenomenología lo constituye el
estudio de cómo surgen en el ser humano experiencias del mundo, cuestión que
las ciencias presuponen acríticamente.
Según sus postulantes, la percepción del mundo por parte de
los sujetos proporciona la “evidencia primera”, base de cualquier construcción
teórica. Esa evidencia reconoce en la idealidad de las formaciones discursivas
su objeto específico, la cosa misma.
La relación del sujeto con el mundo no es sino un diálogo
instaurador de sentido. Cada acción que el sujeto realiza, cada movimiento, así
como todos los objetos que utiliza son cosas “parlantes”, las cuales se
perciben y se comprenden con base en contextos de significados subjetivos.
El individuo se manifiesta hacia el exterior por medio de la
intencionalidad, y ése es el
elemento esencial de la conciencia humana: su carácter intencional.
La forma elemental en el sujeto se coloca en el mundo de la
vida, su estilo de “estar en él” se denomina en la fenomenología actitud natural. Esta actitud se define
como la manera en que el hombre se coloca en el mundo desde el primer momento y
en la cual permanece mientras se encuentre en el ámbito de la vida cotidiana.
En la actitud natural el sujeto presupone el mundo y lo
considera absolutamente real e incuestionable. Este mundo se le aparece en ordenamientos
coherentes de objetos, los cuales están bien circunscritos por el sentido que
el mismo sujeto les otorga.
Asimismo, en la actitud natural se presupone la existencia
de otros hombres iguales a él, dotados de una conciencia similar a la suya, por
la cual se da por sentado el carácter intersubjetivo del mundo.
Etnometodología
Harold Garfinkel, fundador de la etnometodología, rechazó el supuesto básico de la sociología según
el cual las personas no hacen sino “realizar” en sus actividades las
directrices interiorizadas de su cultura; la interiorización se lleva a cabo a
través de la socialización de las normas, valores y reglas de la cultura, las
cuales el sujeto absorbe sin siquiera percatarse de ello. Garfinkel vio en este
modelo una conceptuación de las personas como “idiotas culturales”.
Para la etnometodología los seres humanos no son “autómatas
culturales”, sino agentes activos capaces de articular procedimientos que les
son propios para definir, según las circunstancias, los significados de las
situaciones sociales en las que están implicados.
La etnometodología tiene una doble consideración. Por una
parte “los hechos sociales” no existen con independencia de las prácticas
cotidianas que los constituyen; por otra, esas prácticas no vienen dictadas
desde el determinismo social sino que se guían por las categorías construidas
en las experiencias subjetivas de las personas. Por tanto, la etnometodología
busca las estructuras subjetivas de la experiencia, al igual que captar el
mundo fenomenológico de los sujetos; para ello es preciso estudiar cómo
elaboran las personas, momento tras momento, por medio del razonamiento
práctico, el significado de las situaciones concretas que resultan de la
existencia social. Los significados se determinan localmente en el curso de la
propia actividad social; esto conduce a centrar la investigación sociológica en
la práctica de la vida cotidiana.
Dramaturgia social
La dramaturgia social es una corriente microsociológica que
se centra en el estudio de la dimensión de la acción, el papel que desempeña el
lenguaje, los gestos y, en general, todo lo que tiene que ver con el
comportamiento humano y con las reglas que controlan las interacciones en la
vida cotidiana.
Su principal exponente es el sociólogo Erving Goffman
(1922-1982), para quien las relaciones entre actores, normas sociales y metas están
vinculadas a cada caso particular. Esto lo lleva a considerar que la vida
diaria está fragmentada en encuentros cara a cara que van construyendo la vida
social desarrollada por un flujo continuo, definiendo situaciones que realiza
cada actor. En este sentido, la definición de situación es la orientación que
se da a la acción, se tiene en cuenta la autorrepresentación y el contexto.
El quehacer del
sociólogo
El trabajo del sociólogo es vasto en virtud de la gran
variedad de campos de estudio que tiene frente a sí, entre ellos el
comportamiento y la comunicación colectivos, el estudio de las comunidades, el
cultural, la educación, las industrias, entre otros.
Las funciones siguientes son las más importantes del
sociólogo:
•
Como investigador
científico. El sociólogo que asume este papel hace acopio de conocimientos
sobre la vida social y les da el orden correcto. El sociólogo estudia la forma
en que las personas interactúan; las organizaciones que nacen de estas
interacciones humanas y los cambios que experimentan tales organizaciones.
Estudia los sistemas sociales en general. Por lo común, los sociólogos
investigadores son empleados por las universidades, instituciones del gobierno
y fundaciones diversas. Uno de sus objetivos principales estriba en pronosticar
cuáles son las tendencias de la sociedad, con el fin de que el público pueda
prepararse para futuros desarrollos.
•
Como consultor.
El sociólogo predice los efectos probables de las políticas sociales. Esta
función es muy importante porque muchas políticas sociales han fracasado por
haber estado basadas en suposiciones y pronósticos erróneos.
•
Como técnico.
Las instituciones gubernamentales emplean al sociólogo con el propósito de
lograr más eficiencia en la organización. Sin embargo, el sociólogo debe cuidar
aquí su ética profesional y no anteponer a ella los fines de una organización.
•
Como profesor.
La enseñanza es una actividad muy frecuente entre los sociólogos ya que están
capacitados para ayudar a los alumnos en su proceso de formación, tanto en lo
relativo a la investigación como en lo que respecta al desarrollo de
habilidades de observación y de pensamiento crítico.
ACTIVIDAD
1. Completa las siguientes expresiones:
a. Las corrientes de la sociología se han clasificado en
dos: ______________________ y _______________________, según la magnitud
del foco de estudio
b. Ese macroanálisis se plantea como objeto primario la
indagación de la _____________________ y las _____________________ de las
sociedades
c. El positivismo originalmente fue postulado por _______________________________.
d. El estructuralismo tuvo su nacimiento en la década de
1960 con ________________________.
e. El _____________________ es al mismo tiempo una
continuación y una ruptura con la filosofía hegeliana.
f. Los _____________
______________ primero piensan o proyectan lo que quieren y con base en
ellos orientan su acción
2. Establece las diferencias entre la macrosociología y la
microsociología.
3. Elabora una entrevista donde tú eres el moderador y el
panel de expertos son los sociólogos de las corrientes microsociológicas. Considera
que son, planteamientos y aportes a la sociología.
4. Identifica las preposiciones verdaderas o falsas, de ser
falsa explica por qué:
a. Los sociólogos investigadores son empleados por las
universidades, instituciones del gobierno y fundaciones diversas.
b. El sociólogo determina los efectos probables de las
políticas sociales.
c. Se emplea al sociólogo con el propósito de lograr más
eficiencia en la organización.
d. La enseñanza es una actividad muy frecuente entre los
sociólogos.