¿Qué es "esa
cosa llamada ciencia"?
Chalmers (A. 96:3) señala que “en la era moderna se siente
un gran aprecio por la ciencia y que existe la creencia generalizada de que hay
algo especial en la ciencia y en los métodos que utiliza. Y si a algo se le
denomina como científico, se le da
algún tipo de mérito especial de fiabilidad, a pesar de que haya cierto
desencanto respecto a ella debido a las consecuencias de las que se le hace
responsable, tales como la bomba de hidrógeno y la contaminación”.
El gran respeto que se tiene a la ciencia no sólo está
presente en el mundo de lo cotidiano, sino también en el ámbito académico. De
hecho, muchas disciplinas se autodefinen como ciencias.
Para comprender mejor qué es la ciencia se comenzará por
definir qué es el conocimiento.
El conocimiento
A lo largo de la historia se observa que el ser humano
siempre ha buscado entender el medio que lo rodea, ya se trate del natural o
del social; una manera importante de comprenderlo, de relacionarse con la
realidad es a través del modo de conocer.
A veces el conocimiento se entiende como la información
extraída por el contacto directo con
las cosas. Por ejemplo, cuando se afirma: “yo conozco la ciudad de Mérida”, “yo
conozco el lago de Valencia” o “yo conozco a Juan Pérez”, el sentido que se
transmite es, sencillamente, que se han visto tales lugares o se es capaz de
identificar a tal persona. No es necesario saber algo más acerca de ellos.
Otras ocasiones se entiende como saber o tener alguna
habilidad. Por ejemplo, cuando se dice: “Francisco sabe exponer frente a la
clase” o “Laura sabe manejar un auto”.
Sin embargo, en sentido estricto el término conocimiento implica una información
que puede expresarse como una proposición, es decir, cuando una persona afirma
conocer algo es porque es capaz de enunciar algunas de sus características.
Además, lo que se expresa debe ser verdadero.
La producción del conocimiento está históricamente
condicionada; ninguna producción cultural nace y se desarrolla prescindiendo de
su contexto, porque el medio sociocultural es donde se engendra y desarrolla el
conocimiento.
De acuerdo con Gutiérrez (P. G. 92: 5), “el conocimiento es
una habilidad preponderantemente humana en la que se relacionan un sujeto que
conoce con un objeto por conocer”.
Elementos que intervienen en el conocimiento
Al analizar el conocimiento se advierte que es posible
descomponerlo en tres elementos:
1. Sujeto del
conocimiento. Es la persona que conoce, que percibe algo a través de sus
facultades cognoscitivas.
2. Objeto del
conocimiento. Es la persona, fenómeno u objeto que se observa para estudio,
es aquello en lo que el sujeto centra su atención para conocerlo.
3. La operación de
conocer o proceso cognoscitivo. Consiste en el acto o serie de actos
necesarios para que el sujeto se ponga en contacto con el objeto y adquiera
información. Para realizar esta tarea el sujeto se apoya en métodos, técnicas o
procedimientos empleados en la investigación o estudio del objeto (Chalmers, C.
P. 91: 17).
Formas de
conocimiento
Es importante destacar que en la organización teórica del
conocimiento no ha sido fácil que los expertos coincidan en una sola postura;
así, Gutiérrez (P. G. 92: 66-68) postula tres modelos de conocimiento
predominantes:
1.
Tríada
tradicional. Las partes integrantes de esta tríada son el sujeto
cognoscente, el objeto cognoscible y el conocimiento como resultado de la
interacción de las dos primeras partes.
De
acuerdo con ello, existe una relación de un sujeto cognoscente y un objeto
cognoscible, de donde se deriva el conocimiento. Tal concepción, denominada teoría del reflejo, separa a las dos
primeras partes de la tríada, con las cuales se vinculan por una impresión que
provoca el objeto en los sentidos del sujeto.
La
teoría del reflejo otorga mayor importancia al objeto, lo que resulta en una
concepción materialista del mundo; y aunque esta posición ayuda a los teóricos
a comprender el elemento objetivo de la relación cognoscitiva, por otra parte
oscurece la aprehensión del agente subjetivo por acentuar el elemento objetivo.
2.
Concepción
idealista. Este modelo del proceso del conocimiento es opuesto al anterior,
ya que el sujeto pasa a ser el que predomina en la relación con el objeto; es
el sujeto quién tiene la capacidad que le permite aprehender los objetos
exteriores. El conocimiento se realiza por esa capacidad del ser humano que
hace predominar la idea sobre la materia. El objeto existe en la medida que los
sentidos del sujeto lo perciben, y es conocido sólo por su apariencia, no por
su esencia, de esta manera únicamente se conoce como lo perciben nuestros
sentidos y no más allá de los límites que éstos imponen.
3.
Interacción
histórica. El tercer modelo niega la preponderancia del objeto sobre el
sujeto y del sujeto sobre el objeto en el proceso del conocimiento, ya que
considera que el conocimiento es producto de una interacción constante entre
ambos —objeto y sujeto y sujeto y objeto— sin que predomine alguno de ellos. El
conocimiento, por tanto, surge como producto de esa interacción en la que
también hay que considerar las experiencias individuales (la práctica personal
y la social, por ejemplo), porque ejercen una influencia determinante.
Todos los seres humanos poseen mayores o menores
conocimientos según su grado y modo de participación en la cultura. Todos
adquirieron conocimientos que se pueden clasificar en dos formas principales:
el conocimiento precientífico o de sentido común y el conocimiento científico. El primero se obtiene de
manera cotidiana, por el solo hecho de vivir; el segundo, cuando se tiene la
disposición de seguir los procedimientos para llegar a un objetivo. Enseguida
se analizan brevemente las características de cada forma de estos
conocimientos.
Conocimiento
precientífico o de sentido común. Este tipo de conocimiento surge de la
mera experiencia personal frente al mundo, se forma con el solo hecho de
observar y sentir los hechos. En consecuencia, se adquieren por medio de los
sentidos y la experiencia personal con la realidad; se constituye, así, con lo
que aparece frente al hombre, con el medio que le plantea preguntas inmediatas
cuyas respuestas sólo tienen sentido respecto a las vivencias adquiridas en
condiciones y circunstancias individuales; esas respuestas tienen sentido sin
necesidad de explicar el cómo y el porqué de los acontecimientos, porque basta
lo que aparece frente a sus sentidos.
Sergei Moscovici (S. 86: 680) señala que el conocimiento de
sentido común es el que: “se adquiere mediante una forma de pensamiento más
natural, más innata, sin formación particular. En este caso los individuos
saben directamente lo que saben. Intentan articular su significado por sí mismo
en su vida y no en vista de un significado ulterior. Este pensamiento está
influenciado fuertemente por las creencias y los estereotipos del lenguaje. Se
aprende con la cultura y forma parte de la vida cotidiana”.
Conocimiento
científico. En nuestra vida social no es raro que nos enfrentemos a una
serie de problemas de difícil resolución sólo con los conocimientos de sentido
común. Cuando es preciso superar este conocimiento aprendido en la vida
cotidiana e ir más allá para encarar situaciones nuevas, se abre la posibilidad
de adquirir otro tipo de conocimiento: el científico.
Obtenido de forma objetiva y racional, el conocimiento
científico aplica un método de investigación compuesto por acciones
sistematizadas que conducen a la obtención de un resultado comprobable en torno
a un aspecto de la realidad. Entre las acciones que forman ese método de
investigación se encuentran las siguientes:
a) Planteamiento
del problema
b) Observación
c) Hipótesis
d) Experimentación
e) Comprobación
f) Generalización
de los hallazgos, elevándolos a categoría de ley.
El conocimiento científico se distingue del conocimiento precientífico o de sentido
común, porque posee las características de objetividad,
racionalidad y sistematicidad. Además, gracias a él se establece la relación entre
la actividad cognoscitiva de la ciencia y la experiencia cotidiana del hombre.
Moscovici (S. 86: 680) afirma que: “si hablamos de ciencia y
de sentido común, o en otras palabras, de epistemología científica y de
epistemología popular, todo el mundo comprende de qué se trata. Y que aquí se
encuentra una oposición ya muy antigua, en la cual el hombre, al menos el
hombre occidental, goza de un curioso privilegio de tener derecho de residencia
en dos mundos diferentes de pensamiento. Y así pasa de una experiencia
intelectual a otra, que pueden ser de profesionales a ordinarias, disciplinadas
o espontáneas, teniendo cada una de ellas su lógica y sus límites”. Existe
entonces una bifurcación en el conocimiento que proviene no solamente de las
diferencias de pensamiento sino también de una división de la sociedad; porque
hay una minoría de especialistas (científicos) y una mayoría de aficionados,
consumidores de conocimiento succionado a través de una educación sucinta o a
través de los medios de comunicación.
Característica de la
ciencia
Etimológicamente la palabra ciencia proviene del latín scientia, que significa “conocimiento”.
Por ello, para Gutiérrez (P. G. 92: 94) hablar de “conocimiento científico”
resulta tautológico, ya que el significado de ciencia es conocimiento. Sin embargo, en la actualidad se ha
establecido una diferencia más allá de la lingüística entre ciencia y
conocimiento, porque éste, como proceso, incluye a la percepción sensorial y a
la razón, mientras que el conocimiento científico rebasa la percepción
sensorial y se centra en la razón que comprueba y verifica la idea que se tiene
del objeto con el objeto mismo.
A través de sus derivaciones técnicas, la ciencia contribuye
poderosamente a facilitar y mejorar la satisfacción de las necesidades humanas,
lo cual trae consigo numerosas modificaciones de las estructuras y los procesos
sociales. La ciencia, según sea el uso que los seres humanos le den, constituye
así un factor que concurre de manera positiva o negativa en la configuración de
los modos colectivos de la vida.
Mario Bunge (citado en Gutiérrez, P. G. 92: 94) señala que:
“mientras los animales inferiores sólo están en el mundo, el hombre trata de
entenderlo y sobre la base de su inteligencia imperfecta pero perfectible, el
hombre intenta apropiarse de él para hacerlo más confortable.” En este proceso,
construye un mundo artificial: ese creciente cuerpo de ideas llamado ciencia, que puede caracterizarse como
conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente
falible. Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una
reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y
exacta...
“La ciencia como actividad —como investigación— pertenece a
la vida social; en cuanto se la aplica al mejoramiento de nuestro medio natural
y artificial”.
Definición de ciencia
En términos sencillos podemos definir la ciencia como un
conjunto de conocimientos racionales, ciertos o probables, que obtenidos de
manera metódica y verificados por medio de la contrastación con la realidad,
que se sistematizan orgánicamente con referencia a objetos de una misma
naturaleza, y cuyos contenidos son susceptibles de ser transmitidos (Ander-Egg,
E., 92: 32).
Es posible identificar en la definición anterior, al
analizarla, los elementos esenciales de toda ciencia, natural o social:
a) Conocimiento
racional
b) Cierto
o probable
c) Obtenido
de manera metódica
d) Verificados
en su confrontación con la realidad
e) Sistematizados
orgánicamente
f) Relativos
a objetos de una misma naturaleza
g) Susceptibles
de ser transmitidos.
Por otro lado, la ciencia no es un proceso aislado, sino que
forma parte de la actividad humana, por lo que es un producto social.
En cualquier ciencia existe una secuencia propia del trabajo
científico que los epistemólogos suelen expresar de la manera siguiente:
Clasificación de las
ciencias
Existen diferentes maneras de clasificar a las ciencias. Chávez
(C. P. 91: 23-25) expone brevemente las cinco que considera más importantes y
que se reseñan enseguida.
Primera
clasificación. Está referida a Aristóteles (siglo iv a.C.), quien clasificó
las ciencias en teóricas y prácticas, según la relación entre el sujeto y el
orden que la ciencia pretende estudiar.
Segunda
clasificación. Es la de uso más generalizado, y es mejor presentarla en
forma de ilustración:
Ciencias empíricas o
fácticas. Concentran su atención en la realidad material, objetiva, tangible;
en suma, en el universo en que vive el ser humano. Comprenden las ciencias
naturales y las ciencias sociales.
Ciencias naturales.
Son las disciplinas del pensamiento dedicadas al conocimiento del medio físico
que rodea al hombre; comprenden todos los objetos no racionales (flora, fauna,
minerales, entre otras).
Ciencias sociales.
Abarcan todas las ciencias que se ocupan de los asuntos humanos; cada ciencia
tiene un objeto de estudio y cada objeto de estudio es una actividad humana que
se realiza en sociedad.
Ciencias no empíricas
o formales. Se ocupan del estudio de los símbolos, de las representaciones
mentales del ser humano que no son sensorialmente aprehensibles; esto es, se
avocan al estudio de los aspectos no tangibles, etéreos, simbólicos, cuya finalidad
es identificar las propuestas derivadas del pensamiento humano.
Tercera
clasificación. De acuerdo con esta clasificación, las ciencias se dividen
en puras o aplicadas. Las puras (o teóricas) se ocupan en explicar
racionalmente algún aspecto de la realidad; en cambio, las aplicadas (o
tecnológicas) son de carácter utilitario.
Cuarta clasificación.
Las ciencias son clasificadas de acuerdo con el tipo de razonamiento que se
aplica a cada una de ellas; sobre tal base, las ciencias se clasifican en inductivas,
deductivas, inductivo-deductivas y deductivo-inductivas.
Quinta clasificación.
Esta clasificación se basa según cómo se aborde el objeto de estudio de la
ciencia: desde el interior o desde el exterior.
Así, desde el exterior tenemos la psicología, la sociología
y la historia de la ciencia. Por otro lado, si el objeto de estudio se analiza
desde lo interno se tiene la lógica, la metodología y la filosofía de la
ciencia.
ACTIVIDAD
1. ¿Qué es el conocimiento? ¿Cuáles son sus características?
2. Elabora un breve mapa conceptual donde expliques los
elementos que intervienen en el conocimiento.
3. Une la columna izquierda con la derecha, de manera que
los párrafos tengan sentido y sean concordes:
Tríada tradicional
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El sujeto es quien predomina en la relación con el objeto;
es el sujeto quién tiene la capacidad que le permite aprehender los objetos
exteriores.
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Concepción idealista
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El conocimiento es producto de una interacción constante
entre ambos —objeto y sujeto y sujeto y objeto— sin que predomine alguno de
ellos.
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Interacción histórica
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Las partes integrantes de esta tríada son el sujeto
cognoscente, el objeto cognoscible y el conocimiento como resultado de la
interacción de las dos primeras partes
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4. Enumera las diferencias entre el conocimiento
precientífico y el conocimiento científico.
siii
ResponderEliminarque chevere
ResponderEliminarQue significa cada una delas dimensiones de sociología
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