sábado, 31 de octubre de 2015

1. La Ciencia

¿Qué es "esa cosa llamada ciencia"?
Chalmers (A. 96:3) señala que “en la era moderna se siente un gran aprecio por la ciencia y que existe la creencia generalizada de que hay algo especial en la ciencia y en los métodos que utiliza. Y si a algo se le denomina como científico, se le da algún tipo de mérito especial de fiabilidad, a pesar de que haya cierto desencanto respecto a ella debido a las consecuencias de las que se le hace responsable, tales como la bomba de hidrógeno y la contaminación”.

El gran respeto que se tiene a la ciencia no sólo está presente en el mundo de lo cotidiano, sino también en el ámbito académico. De hecho, muchas disciplinas se autodefinen como ciencias.

Para comprender mejor qué es la ciencia se comenzará por definir qué es el conocimiento.


El conocimiento
A lo largo de la historia se observa que el ser humano siempre ha buscado entender el medio que lo rodea, ya se trate del natural o del social; una manera importante de comprenderlo, de relacionarse con la realidad es a través del modo de conocer.

A veces el conocimiento se entiende como la información extraída por el contacto directo con las cosas. Por ejemplo, cuando se afirma: “yo conozco la ciudad de Mérida”, “yo conozco el lago de Valencia” o “yo conozco a Juan Pérez”, el sentido que se transmite es, sencillamente, que se han visto tales lugares o se es capaz de identificar a tal persona. No es necesario saber algo más acerca de ellos.

Otras ocasiones se entiende como saber o tener alguna habilidad. Por ejemplo, cuando se dice: “Francisco sabe exponer frente a la clase” o “Laura sabe manejar un auto”.

Sin embargo, en sentido estricto el término conocimiento implica una información que puede expresarse como una proposición, es decir, cuando una persona afirma conocer algo es porque es capaz de enunciar algunas de sus características. Además, lo que se expresa debe ser verdadero.

La producción del conocimiento está históricamente condicionada; ninguna producción cultural nace y se desarrolla prescindiendo de su contexto, porque el medio sociocultural es donde se engendra y desarrolla el conocimiento.

De acuerdo con Gutiérrez (P. G. 92: 5), “el conocimiento es una habilidad preponderantemente humana en la que se relacionan un sujeto que conoce con un objeto por conocer”.

Elementos que intervienen en el conocimiento
Al analizar el conocimiento se advierte que es posible descomponerlo en tres elementos:
1. Sujeto del conocimiento. Es la persona que conoce, que percibe algo a través de sus facultades cognoscitivas.
2. Objeto del conocimiento. Es la persona, fenómeno u objeto que se observa para estudio, es aquello en lo que el sujeto centra su atención para conocerlo.
3. La operación de conocer o proceso cognoscitivo. Consiste en el acto o serie de actos necesarios para que el sujeto se ponga en contacto con el objeto y adquiera información. Para realizar esta tarea el sujeto se apoya en métodos, técnicas o procedimientos empleados en la investigación o estudio del objeto (Chalmers, C. P. 91: 17).

Formas de conocimiento
Es importante destacar que en la organización teórica del conocimiento no ha sido fácil que los expertos coincidan en una sola postura; así, Gutiérrez (P. G. 92: 66-68) postula tres modelos de conocimiento predominantes:
1.      Tríada tradicional. Las partes integrantes de esta tríada son el sujeto cognoscente, el objeto cognoscible y el conocimiento como resultado de la interacción de las dos primeras partes.

De acuerdo con ello, existe una relación de un sujeto cognoscente y un objeto cognoscible, de donde se deriva el conocimiento. Tal concepción, denominada teoría del reflejo, separa a las dos primeras partes de la tríada, con las cuales se vinculan por una impresión que provoca el objeto en los sentidos del sujeto.

La teoría del reflejo otorga mayor importancia al objeto, lo que resulta en una concepción materialista del mundo; y aunque esta posición ayuda a los teóricos a comprender el elemento objetivo de la relación cognoscitiva, por otra parte oscurece la aprehensión del agente subjetivo por acentuar el elemento objetivo.

2.      Concepción idealista. Este modelo del proceso del conocimiento es opuesto al anterior, ya que el sujeto pasa a ser el que predomina en la relación con el objeto; es el sujeto quién tiene la capacidad que le permite aprehender los objetos exteriores. El conocimiento se realiza por esa capacidad del ser humano que hace predominar la idea sobre la materia. El objeto existe en la medida que los sentidos del sujeto lo perciben, y es conocido sólo por su apariencia, no por su esencia, de esta manera únicamente se conoce como lo perciben nuestros sentidos y no más allá de los límites que éstos imponen.

3.      Interacción histórica. El tercer modelo niega la preponderancia del objeto sobre el sujeto y del sujeto sobre el objeto en el proceso del conocimiento, ya que considera que el conocimiento es producto de una interacción constante entre ambos —objeto y sujeto y sujeto y objeto— sin que predomine alguno de ellos. El conocimiento, por tanto, surge como producto de esa interacción en la que también hay que considerar las experiencias individuales (la práctica personal y la social, por ejemplo), porque ejercen una influencia determinante.

Todos los seres humanos poseen mayores o menores conocimientos según su grado y modo de participación en la cultura. Todos adquirieron conocimientos que se pueden clasificar en dos formas principales: el conocimiento precientífico o de sentido común y el conocimiento científico. El primero se obtiene de manera cotidiana, por el solo hecho de vivir; el segundo, cuando se tiene la disposición de seguir los procedimientos para llegar a un objetivo. Enseguida se analizan brevemente las características de cada forma de estos conocimientos.

Conocimiento precientífico o de sentido común. Este tipo de conocimiento surge de la mera experiencia personal frente al mundo, se forma con el solo hecho de observar y sentir los hechos. En consecuencia, se adquieren por medio de los sentidos y la experiencia personal con la realidad; se constituye, así, con lo que aparece frente al hombre, con el medio que le plantea preguntas inmediatas cuyas respuestas sólo tienen sentido respecto a las vivencias adquiridas en condiciones y circunstancias individuales; esas respuestas tienen sentido sin necesidad de explicar el cómo y el porqué de los acontecimientos, porque basta lo que aparece frente a sus sentidos.

Sergei Moscovici (S. 86: 680) señala que el conocimiento de sentido común es el que: “se adquiere mediante una forma de pensamiento más natural, más innata, sin formación particular. En este caso los individuos saben directamente lo que saben. Intentan articular su significado por sí mismo en su vida y no en vista de un significado ulterior. Este pensamiento está influenciado fuertemente por las creencias y los estereotipos del lenguaje. Se aprende con la cultura y forma parte de la vida cotidiana”.

Conocimiento científico. En nuestra vida social no es raro que nos enfrentemos a una serie de problemas de difícil resolución sólo con los conocimientos de sentido común. Cuando es preciso superar este conocimiento aprendido en la vida cotidiana e ir más allá para encarar situaciones nuevas, se abre la posibilidad de adquirir otro tipo de conocimiento: el científico.

Obtenido de forma objetiva y racional, el conocimiento científico aplica un método de investigación compuesto por acciones sistematizadas que conducen a la obtención de un resultado comprobable en torno a un aspecto de la realidad. Entre las acciones que forman ese método de investigación se encuentran las siguientes:
a)      Planteamiento del problema
b)      Observación
c)      Hipótesis
d)      Experimentación
e)      Comprobación
f)       Generalización de los hallazgos, elevándolos a categoría de ley.

El conocimiento científico se distingue del conocimiento precientífico o de sentido común, porque posee las características de objetividad, racionalidad y sistematicidad. Además, gracias a él se establece la relación entre la actividad cognoscitiva de la ciencia y la experiencia cotidiana del hombre.

Moscovici (S. 86: 680) afirma que: “si hablamos de ciencia y de sentido común, o en otras palabras, de epistemología científica y de epistemología popular, todo el mundo comprende de qué se trata. Y que aquí se encuentra una oposición ya muy antigua, en la cual el hombre, al menos el hombre occidental, goza de un curioso privilegio de tener derecho de residencia en dos mundos diferentes de pensamiento. Y así pasa de una experiencia intelectual a otra, que pueden ser de profesionales a ordinarias, disciplinadas o espontáneas, teniendo cada una de ellas su lógica y sus límites”. Existe entonces una bifurcación en el conocimiento que proviene no solamente de las diferencias de pensamiento sino también de una división de la sociedad; porque hay una minoría de especialistas (científicos) y una mayoría de aficionados, consumidores de conocimiento succionado a través de una educación sucinta o a través de los medios de comunicación.

Característica de la ciencia
Etimológicamente la palabra ciencia proviene del latín scientia, que significa “conocimiento”. Por ello, para Gutiérrez (P. G. 92: 94) hablar de “conocimiento científico” resulta tautológico, ya que el significado de ciencia es conocimiento. Sin embargo, en la actualidad se ha establecido una diferencia más allá de la lingüística entre ciencia y conocimiento, porque éste, como proceso, incluye a la percepción sensorial y a la razón, mientras que el conocimiento científico rebasa la percepción sensorial y se centra en la razón que comprueba y verifica la idea que se tiene del objeto con el objeto mismo.

A través de sus derivaciones técnicas, la ciencia contribuye poderosamente a facilitar y mejorar la satisfacción de las necesidades humanas, lo cual trae consigo numerosas modificaciones de las estructuras y los procesos sociales. La ciencia, según sea el uso que los seres humanos le den, constituye así un factor que concurre de manera positiva o negativa en la configuración de los modos colectivos de la vida.

Mario Bunge (citado en Gutiérrez, P. G. 92: 94) señala que: “mientras los animales inferiores sólo están en el mundo, el hombre trata de entenderlo y sobre la base de su inteligencia imperfecta pero perfectible, el hombre intenta apropiarse de él para hacerlo más confortable.” En este proceso, construye un mundo artificial: ese creciente cuerpo de ideas llamado ciencia, que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible. Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta...

“La ciencia como actividad —como investigación— pertenece a la vida social; en cuanto se la aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial”.

Definición de ciencia
En términos sencillos podemos definir la ciencia como un conjunto de conocimientos racionales, ciertos o probables, que obtenidos de manera metódica y verificados por medio de la contrastación con la realidad, que se sistematizan orgánicamente con referencia a objetos de una misma naturaleza, y cuyos contenidos son susceptibles de ser transmitidos (Ander-Egg, E., 92: 32).

Es posible identificar en la definición anterior, al analizarla, los elementos esenciales de toda ciencia, natural o social:
a)      Conocimiento racional
b)      Cierto o probable
c)      Obtenido de manera metódica
d)      Verificados en su confrontación con la realidad
e)      Sistematizados orgánicamente
f)       Relativos a objetos de una misma naturaleza
g)      Susceptibles de ser transmitidos.

Por otro lado, la ciencia no es un proceso aislado, sino que forma parte de la actividad humana, por lo que es un producto social.

En cualquier ciencia existe una secuencia propia del trabajo científico que los epistemólogos suelen expresar de la manera siguiente:


Clasificación de las ciencias
Existen diferentes maneras de clasificar a las ciencias. Chávez (C. P. 91: 23-25) expone brevemente las cinco que considera más importantes y que se reseñan enseguida.

Primera clasificación. Está referida a Aristóteles (siglo iv a.C.), quien clasificó las ciencias en teóricas y prácticas, según la relación entre el sujeto y el orden que la ciencia pretende estudiar.

Segunda clasificación. Es la de uso más generalizado, y es mejor presentarla en forma de ilustración:


Ciencias empíricas o fácticas. Concentran su atención en la realidad material, objetiva, tangible; en suma, en el universo en que vive el ser humano. Comprenden las ciencias naturales y las ciencias sociales.

Ciencias naturales. Son las disciplinas del pensamiento dedicadas al conocimiento del medio físico que rodea al hombre; comprenden todos los objetos no racionales (flora, fauna, minerales, entre otras).

Ciencias sociales. Abarcan todas las ciencias que se ocupan de los asuntos humanos; cada ciencia tiene un objeto de estudio y cada objeto de estudio es una actividad humana que se realiza en sociedad.

Ciencias no empíricas o formales. Se ocupan del estudio de los símbolos, de las representaciones mentales del ser humano que no son sensorialmente aprehensibles; esto es, se avocan al estudio de los aspectos no tangibles, etéreos, simbólicos, cuya finalidad es identificar las propuestas derivadas del pensamiento humano.

Tercera clasificación. De acuerdo con esta clasificación, las ciencias se dividen en puras o aplicadas. Las puras (o teóricas) se ocupan en explicar racionalmente algún aspecto de la realidad; en cambio, las aplicadas (o tecnológicas) son de carácter utilitario.

Cuarta clasificación. Las ciencias son clasificadas de acuerdo con el tipo de razonamiento que se aplica a cada una de ellas; sobre tal base, las ciencias se clasifican en inductivas, deductivas, inductivo-deductivas y deductivo-inductivas.

Quinta clasificación. Esta clasificación se basa según cómo se aborde el objeto de estudio de la ciencia: desde el interior o desde el exterior.

Así, desde el exterior tenemos la psicología, la sociología y la historia de la ciencia. Por otro lado, si el objeto de estudio se analiza desde lo interno se tiene la lógica, la metodología y la filosofía de la ciencia.

ACTIVIDAD
1. ¿Qué es el conocimiento? ¿Cuáles son sus características?

2. Elabora un breve mapa conceptual donde expliques los elementos que intervienen en el conocimiento.

3. Une la columna izquierda con la derecha, de manera que los párrafos tengan sentido y sean concordes:

    Tríada tradicional

    El sujeto es quien predomina en la relación con el objeto; es el sujeto quién tiene la capacidad que le permite aprehender los objetos exteriores.



    Concepción idealista

    El conocimiento es producto de una interacción constante entre ambos —objeto y sujeto y sujeto y objeto— sin que predomine alguno de ellos.



    Interacción histórica

    Las partes integrantes de esta tríada son el sujeto cognoscente, el objeto cognoscible y el conocimiento como resultado de la interacción de las dos primeras partes

4. Enumera las diferencias entre el conocimiento precientífico y el conocimiento científico.


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